jueves, 25 de marzo de 2010



LENGUAJE . LENGUA . HABLA

Las diferencias entre lenguaje, lengua y habla son muy importantes a la hora de adentrarnos en el estudio del lenguaje y de la lingüística. Vamos a intentar dar unas definiciones básicas que nos permitan discernir unos conceptos de otros.

Podemos entender el lenguaje como la capacidad de poder establecer comunicación mediante signos, ya sean orales o escritos. De esta manera, el lenguaje presenta muchísimas manifestaciones distintas en las diversas comunidades que existen en nuestro planeta. Estas manifestaciones son lo que conocemos por lenguas o idiomas, como el español, el inglés, el francés o el alemán. No sería correcto hablar, por tanto, de “lenguaje español” o de “lenguaje francés”. Es importante saber emplear los términos con la precisión que merecen.

Por otro lado, la lengua es, como hemos dicho, un sistema de signos que los hablantes aprenden y retienen en su memoria. Es un código, un código que conoce cada hablante, y que utiliza cada vez que lo necesita (que suele ser muy a menudo). Este código es muy importante para el normal desarrollo de la comunicación entre las personas, pues el hecho de que todos los hablantes de una lengua lo conozcan es lo que hace que se puedan comunicar entre sí.

Y, entonces ¿qué es el habla? Es la plasmación de lo anterior, la recreación de ese modelo que conoce toda la comunidad lingüística. Es un acto singular, por el cual una persona, de forma individual y voluntaria, cifra un mensaje concreto, eligiendo para ello el código, los signos y las reglas que necesita. Dicho de otra manera, es el acto por el cual el hablante, ya sea a través de la fonación (emisión de sonidos) o de la escritura, utiliza la lengua para establecer un acto de comunicación.

Entre la lengua y el habla se establece una especie de estrato intermedio que los lingüistas entienden como norma. La norma es lo que nos impide emplear algunas formas lingüísticas que, ateniéndonos a la lógica de la lengua, podrían ser correctas. Ocurre cuando un niño dice andé, en lugar de anduve, de la misma manera que diría jugué, miré o canté. Este tipo de normas tiene origen histórico y, así consideradas, no constituyen ninguna irregularidad. La norma impone desvíos en determinados aspectos de la lengua que todos aceptamos, pero el hablante no tiene por qué conocerlos en un principio y por eso es tan común que, entre los que están aprendiendo, surjan este tipo de errores



La cultura colonial
-Si bien las diferencias sociales produjeron importantes trastornos a las distintas partes de la sociedad, es importante notar que cada grupo social aportó diversos elementos que fueron conformando la cultura del período colonial
La literatura en la colonia



Las expresiones literarias eran comunes entre los miembros de las clases altas, quienes leían, sobre todo, las obras provenientes de Europa. La mayoría de las producciones escritas estaban relacionadas con las crónicas y las descripciones.

Algunos de los autores destacados fueron Juan de Castellanos, Canónigo Alfonso de Escobar y José de Oviedo y Baños, quien narró la conquista y población de la provincia de Venezuela

martes, 23 de marzo de 2010

papol vuh


tomado de wikipedia-enciclopedia libre
El Popol Vuh o Popol Wuj (El nombre quiché se traduciría como: "Libro del Consejo" o "Libro de la Comunidad"), es una recopilación de varias leyendas de los quiché (k'iché), un pueblo de la civilización Maya que ocupó partes de Guatemala y de Honduras. Más que un sentido histórico, el libro tiene valor e importancia en el plano religioso; de hecho, se le ha llamado el Libro Sagrado o la Biblia de los mayas k'iche's.[1]

Es una narración que trata de explicar o contar de alguna manera el origen del mundo, la civilización y los diversos fenómenos que ocurren en la naturaleza
Historia del Popol-Vuh [editar]Se desconoce la existencia de una versión original del Popol Vuh, según Delia Goetz: "Deberíamos suponer que sería un libro de pinturas con jeroglíficos que los sacerdotes interpretaban al pueblo para mantener vivo el conocimiento del origen de su raza y los misterios de su religión.". Según Fray Francisco Ximénez la primera versión escrita fue elaborada en lengua Quiché utilizando caracteres del alfabeto latino a mediados del siglo dieciséis. Según él dicha versión permaneció oculta hasta 1701, cuando los mayas quiché de la comunidad de Santo Tomás Chuilá (hoy Chichicastenango, Guatemala) le mostraron la recopilación de sus historias y mitología.

Se desconoce el nombre del autor de esta primera versión pero Fray Francisco Ximénez, al notar la importancia del documento, decidió traducir el texto al idioma español, asegurando la fidelidad del escrito. Su versión está estructurada en 2 columnas, en una estaba la versión quiché; y en la otra la traducción de Ximénez. La primera versión fue una traducción demasiado literal y resultó muy confusa y oscura. Luego escribió una segunda versión menos literal que incluyó en su "Historia de la Provincia de Santo Vicente de Chiapa y Guatemala" que terminó en 1722.

Los trabajos de Ximénez permanecieron archivados en el Convento de Santo Domingo hasta 1830 cuando fueron trasladados a la Universidad de San Carlos de Guatemala. En 1854 fueron encontrados por el austriaco Dr. Charles Scherzer, quien en 1857 la publicó en Viena bajo el título primitivo "Las Historias del origen de los indios de esta provincia de Guatemala".

El sacerdote y misionero Charles Étienne Brasseur de Bourbourg sustrajo el escrito original de la universidad, lo llevó a Europa y lo tradujo al francés. En 1861 publicó un volumen bajo el título de "Popol Vuh, Le livre Sacré et les mythes de l'antiquité Américaine". Él fue quién le dio el nombre.

El libro original fue vendido al coleccionista Alfonso Pinart, más tarde su viuda lo vendió a su vez al etnólogo Otto Stoll, posteriormente fue comprado por Edward E. Ayer, quién lo devolvió a América. Actualmente la primera traducción de Ximénez al castellano, y su "Manuscrito de Chichicastenango" se encuentran en la Biblioteca Newberry, en Chicago, Estados Unidos.[2] El facsimilar del manuscrito está disponible en la edición online hecha en colaboración por la Biblioteca Newberry y las Bibliotecas de The Ohio State University, en un proyecto dirigido por el Dr. Carlos M. López (http://library.osu.edu/sites/popolwuj/). El facsimilar también se puede acceder desde el sitio Archivos del Popol Wuj y las culturas mayas (http://mayanarchives-popolwuj.osu.edu), en el que además se incluyen documentos y materiales relacionados al manuscrito.

La localidad de Santa Cruz del Quiché, fue fundada por los españoles que sustituyeron a Q’umar Ka’aj, la capital del reino k’iche’. Juan de Rojas y Juan Cortés, aparecen citados en el libro como los últimos integrantes de la generación de los reyes k'iche'.[3]